2012 La disyuntiva
“El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos.”
Arthur Schopenhauer
(1788-1860) Filósofo alemán.
En el 2012 se vuelve a jugar el destino del país. Elegimos entre seguir en el ostracismo o cambiar definitivamente hacia un México realmente democrático.
Se dice que la historia se repite; se dice que para conocer nuestro futuro es necesario no olvidar nuestro pasado, también se dice que la historia es cíclica…. Se dicen tantas cosas acerca de la historia. ¿No será acaso que no hemos aprendido de las lecciones de la historia misma? Tal y como decía un clásico.
Veamos y analicemos. Los acontecimientos diarios no pueden más que indicarnos un escenario cada vez más catastrófico. A la vista de tales acontecimientos es imposible no ver las simetrías en las condiciones económicas, sociales y políticas de 1810, 1910 y lo que actualmente estamos viviendo. Hechos que ni los más recalcitrantes apoyadores de los gobiernos neoliberales pueden negar. La pauperización y degradación de las condiciones de vida de los mexicanos avanzan paulatina, constante y de manera cada vez más peligrosa, ya que de no ser por los llamados constantes a la Resistencia Civil Pacifica del Lic. Andrés Manuel López Obrador, seguramente que desde el 2006 se hubiese desatado la violencia por un pueblo burlado. O que reacción del pueblo esperarían los poderosos cuando escuchamos noticias que denigran y ofenden a la inmensa mayoría del pueblo mexicano?
“Todo con el poder del dinero. No más de 30 familias, cuya riqueza en su conjunto es superior a más del 6% del PIB controlan la vida pública y económica de México. La familia Azcárraga, con una fortuna estimada de 1500 millones de dólares, los Zambrano, 2000 millones de dólares de patrimonio personal, los Aramburu Zavala 1,500 millones de dólares; Roberto Hernández, 2,000 millones, Carlos Slim Dommit 30,000 millones de dólares, Claudio X. González…. Etc.” Y más cuando te enteras que esas inmensas fortunas fueron creadas no gracias al esfuerzo y sacrificio de estos inmorales sino a la corrupción y componendas entre mafiosos.
La degradación moral, económica y política de nuestra sociedad es responsabilidad de la clase poderosa que nos desgobierna. Verdaderos días aciagos que nos toca vivir se agravan cada día; la caja de pandora se queda chica gracias a la inseguridad, la injusticia, recesión, quiebras, shocks financieros, crisis económica mundial, paramilitarismo, sequia, aumento de precios, impunidad, ejecuciones sumarias, descabezados, colaboracionismo, entreguismo, traiciones, arbitrariedades, irresponsabilidad, corrupción, burla, desprecio, “agandalle”, cinismo, desvergüenza, fanatismo religioso, falsa moral, control casi total de los medios masivos de información y ahí vienen nuevos impuestos, mayores restricciones, mas literalmente lo que veremos en los siguientes meses. Dicho de otra manera antes se decía “Este gobierno es más de lo mismo” ahora se dice “Es lo mismo y más”. Mi opinión es en el sentido de que esta autentica olla de presión en que nos encontramos deberá de liberarse de alguna manera y más nos vale que sea de una manera pacífica. A menos que las leyes de las fundamentales de la física estén equivocadas como esa que dice que “a toda acción se le opone una reacción de igual magnitud pero de sentido contrario”, deberemos como sociedad buscar salidas pacificas a estas desventuras.
Que peor aun se ubican frente a la aparente displicencia del soy feliz en mi ignorancia, para que leo periódicos, sumados al histórico valemadrismo del mexicano, al fanatismo futbolero, a la búsqueda del alimento diario, de la paga miserable de cada semana o cada quince días, aunque sea pero con una seguridad social pauperizada.
Frente a este panorama sombrío busquemos con optimismo la organización de nuestro entorno social y en la medida de las posibilidades de cada uno de nosotros romper esta inercia de desventuras.
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